Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, a finales de diciembre de 2019, había más de 250.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo oficialmente registradas en el país. Más de la mitad eran de Siria y el resto provenían de países como Etiopía, Eritrea, Sudán del Sur, Sudán o Yemen.

Nuestro programa en El Cairo, que comenzó en 2012, de enfoque multidisciplinario, atiende las necesidades específicas de este colectivo: ofrece atención médica y de salud mental, salud sexual y reproductiva, fisioterapia y apoyo social. Durante 2019, atendimos 16.300 consultas externas, entre ellas 8.250 de salud mental y unas 2.260 de fisioterapia; también organizamos 2.050 sesiones de apoyo social.  

En 2019, nuestros equipos inscribieron en el programa a 737 personas que habían sufrido maltrato físico. Reforzamos nuestro enfoque de terapia en grupo, con unas 110 sesiones y 1.140 participantes en total. Proporcionamos un paquete integral de atención a 1.330 víctimas de violencia sexual, 740 de las cuales recibieron atención dentro de las 72 horas que siguieron a la agresión. En relación con la lacra de la violencia contra las mujeres, aumentamos nuestra implicación con la sociedad civil, el Gobierno, los proveedores médicos clave y las instituciones académicas. En el marco de este esfuerzo, organizamos una conferencia al final del año para analizar las consecuencias médicas y psicológicas de la violencia sexual y de género, y para encontrar formas de mejorar la atención que reciben las víctimas.

MSF creó una Unidad de Apoyo Médico y Psicológico para que las clínicas de las organizaciones con las que colaboramos puedan ofrecer servicios integrales a las víctimas de violencia sexual. En la actualidad, esta unidad colabora con tres organizaciones en siete clínicas en Alejandría y El Cairo.