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Niger - Magaria Paediatric Unit
Memoria Internacional 2018

Níger

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MSF en Níger en 2018 En Níger, MSF se centra en mejorar la atención pediátrica y en reducir la mortalidad infantil, especialmente durante el pico anual de desnutrición y malaria.
Níger

En 2018, también respondimos a brotes de enfermedades y ayudamos a mejorar la cobertura de vacunación, al mismo tiempo que ampliábamos la asistencia que proporcionamos a las víctimas de violencia y desplazamiento, a las personas que toman la ruta migratoria que cruza Níger y a las comunidades de acogida.

Respuesta a emergencias

Continuamos colaborando con la sanidad nigerina con vacunaciones, vigilancia epidemiológica e intervenciones de emergencia para combatir los brotes de enfermedades en todo Níger. Para frenar la epidemia de meningitis y sarampión en las regiones de Tahoua y Agadez, vacunamos a casi 262.000 personas. Entre julio y octubre, atendimos a más de 2.500 pacientes en una epidemia de cólera en las regiones de Maradi y Tahoua. Cuando el brote comenzó a menguar, colaboramos en la vacunación preventiva de 167.000 personas en zonas de alto riesgo. 

Además, nuestros equipos de emergencia distribuyeron kits de primera necesidad a más de 5.000 personas desplazadas por las inundaciones o la violencia en Niamey, Tillabéri, Agadez, Tahoua y Diffa. También brindaron apoyo en salud mental a 423 personas traumatizadas.

Región de Diffa

Tras cuatro años de conflicto armado, 250.000 personas refugiadas y desplazadas internamente aún viven en condiciones nefastas en los campos informales de Diffa. La inseguridad y la falta de recursos también han tenido un efecto devastador en las comunidades locales. 

En 2018, nuestros equipos trabajaron en el principal hospital materno-infantil de la ciudad de Diffa, en los hospitales de distrito de Nguigmi, Chétimari y Maïné-Soroa, y en varios centros y puestos de salud de toda la región.

En Maïné-Soroa, en la frontera con Nigeria, desarrollamos actividades a ambos lados de la misma para brindar atención médica a las poblaciones nómadas y sedentarias que viven entre Níger y el estado nigeriano de Yobe. Nuestros equipos también dirigieron numerosas clínicas móviles e intervenciones puntuales en áreas donde la presencia de grupos armados restringe los movimientos de la población y de las organizaciones humanitarias.

A menudo se ignoran las necesidades de salud mental de niños y adolescentes traumatizados por el conflicto. Dirigimos un programa psicosocial y de salud mental, mediante el cual hemos capacitado a 100 trabajadores comunitarios para identificar síntomas de problemas psicológicos, especialmente en las personas jóvenes. Esto ha aumentado enormemente la cantidad de niños a los que hemos podido asistir: en 2018, nuestros equipos atendieron casi 13.000 consultas individuales y, para finales de año, más del 30% de los pacientes eran menores de 14 años.  

Región de Zinder

Nuestros equipos en la región de Zinder se centran en la atención de niños menores de 5 años con desnutrición aguda severa y enfermedades infantiles frecuentes. En 2018, colaboramos con la unidad pediátrica del hospital de distrito de Magaria y con 11 centros de salud, así como con 14 puestos de salud durante los picos de malaria estacional y desnutrición. También realizamos actividades externas en la comunidad, como sesiones de concienciación, detección activa de casos y una iniciativa para capacitar a los padres en el uso del brazalete de medición del perímetro mesobraquial (MUAC), con el que pueden determinar si sus niños están desnutridos y deben llevarlos al centro de salud.

En 2018, ingresamos a más de 22.000 menores de 5 años a la unidad pediátrica de Magaria (el doble que los años anteriores). También realizamos 127.500 consultas externas para niños menores de 5 años y atendimos a 20.900 niños en nuestro programa nutricional ambulatorio, casi la mitad entre agosto y octubre. Llegamos a un punto en que llegaron más de 1.000 niños al hospital en un solo día, de los cuales 250 necesitaban cuidados intensivos. 

También ayudamos al Ministerio de Salud con las actividades de quimioprevención de la malaria estacional, para lo cual realizamos más de 18.000 pruebas rápidas y brindamos tratamiento a los 12.200 niños que dieron positivo.

Combatir la desnutrición a través del enfoque preventivo – Parents MUAC
Samira, voluntaria de la comunidad, explica a las madres el uso del MUAC, el medidor de la circunferencia del brazo que indica el estado nutricional del niño (Magaria, mayo de 2018).
MSF/Elise Mertens

Región de Maradi

En el hospital de distrito, dirigimos un programa pediátrico cuyo objetivo era reducir la mortalidad infantil en Madarounfa, que ofrece atención para pacientes hospitalizados con desnutrición severa, malaria y otras enfermedades comunes en la infancia; desde el hospital, organizamos también el tratamiento ambulatorio para desnutrición no complicada en las zonas de salud aledañas. 

A partir de septiembre, mejoramos la detección activa de casos de desnutrición; para ello, agentes de salud de la comunidad enseñan a las madres el uso del MUAC. Gracias a estas actividades, para finales de año, se habían identificado 253 casos nuevos. Los agentes de salud también hicieron pruebas de detección de la malaria a más de 29.800 personas, de las cuales el 80% dieron positivo y recibieron tratamiento. 

Debido a su cercanía a la frontera, el proyecto recibe a muchos pacientes de Nigeria: representan el 30% de los casos de desnutrición. A principios de 2018, comenzamos a buscar activamente a ambos lados de la frontera a niños que habían abandonado el tratamiento nutricional de forma prematura. 

Región de Tahoua

Desde 2006, gestionamos un centro intensivo de nutrición terapéutica y las unidades pediátrica y neonatal del hospital de distrito de Madaoua. En mayo de 2018, ampliamos este apoyo con centros ambulatorios de nutrición terapéutica y servicios pediátricos en los centros de salud de Madaoua y Sabon-Guida. Para reducir la mortalidad materna, también tuvimos equipos trabajando en la maternidad de Madaoua y en un programa de salud sexual y reproductiva en Sabon-Guida. 

Los resultados de un estudio nutricional y de mortalidad retrospectiva que realizamos indicaron que la situación se había estabilizado en Madaoua y Sabon-Guida. Basándonos en esto y en la creciente capacidad del Ministerio de Salud, en diciembre anunciamos nuestra retirada gradual de ambas localidades.

Migrantes, refugiados y comunidades de acogida 

Níger es un país de tránsito importante para los migrantes, solicitantes de asilo y refugiados, además de las personas que son expulsadas de Argelia o retornadas desde Libia o que viajan hacia el norte para llegar a Europa. A menudo estas personas se enfrentan al abuso y la exclusión. 

En 2018, ofrecimos atención médica en Niamey y en la región de Agadez, dos lugares que están en la intersección de las rutas de migración. Nuestro equipo en Niamey atendió más de 5.000 consultas en clínicas fijas y móviles. En Agadez –en Tabelot, Séguédine, Anaye y Dirkou–, dimos atención primaria y salud reproductiva, atendimos las urgencias y organizamos las derivaciones para migrantes y comunidades locales. En Arlit, proporcionamos salud mental en el centro de salud de Arlit y organizamos derivaciones al hospital. 

En la aldea fronteriza de Assamaka, brindamos consultas médicas y de salud mental a 1.960 personas expulsadas de Argelia y les distribuimos kits de primera necesidad.

En Tillabéri, volvimos a abrir centros de atención primaria y dirigimos clínicas móviles para las comunidades locales y las personas desplazadas por las tensiones interétnicas y los conflictos en los vecinos Mali y Burkina Faso. Distribuimos kits de primera necesidad a 225 familias y ofrecimos asistencia médica esencial, como vacunaciones, pruebas de detección de la desnutrición y salud reproductiva. 

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