Kirguistán tiene una de las tasas de TB multirresistente (TB-MDR) más altas del mundo. Nuestros programas pretenden acercar la atención lo máximo posible a los hogares de los pacientes y reducir o incluso eliminar el tiempo de hospitalización.

En 2018, incorporamos el seguimiento en vídeo del tratamiento, con el fin de mejorar la adherencia a los medicamentos en pacientes con TB-DR. También brindamos apoyo en 103 centros de atención primaria en Kara-Suu para comenzar a recoger muestras de esputo, con el fin de permitir la detección descentralizada de la TB. Antes de acabar el año, más del 70% de los pacientes con TB-DR del distrito estaban recibiendo tratamiento ambulatorio; solo una pequeño grupo necesitaba estar ingresado para garantizar un seguimiento cuidadoso y el control de los efectos secundarios.

En marzo, se organizó en Biskek el séptimo simposio regional de MSF sobre tuberculosis, que reunió a más de 160 especialistas de la región euroasiática para debatir sobre nuevos enfoques del tratamiento y sobre cómo ampliar el uso de los nuevos medicamentos y herramientas de diagnóstico.

Continuamos con los preparativos para iniciar el ensayo clínico de endTB para encontrar tratamientos para la TB-MDR radicalmente más cortos, más tolerables y sin inyecciones. Lamentablemente, después de tres años de trabajo preparatorio, al final del año se tomó la difícil decisión de no efectuar el ensayo en Kirguistán debido al retraso en la obtención de los permisos reglamentarios.

En Aidarken, en la provincia de Batken, donde la prevalencia de enfermedades no transmisibles es la más alta del país, continuamos diagnosticando y tratando estas patologías; también atendemos a mujeres embarazadas y niños. 

Con el apoyo de especialistas y en colaboración con el Ministerio de Situaciones de Emergencia, también realizamos una investigación sísmica para examinar los riesgos de un terremoto en Batken y la posibilidad de contaminación por metales pesados debido a la presencia de minas de mercurio y antimonio.