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Harandi, Tehran, Iran
Memoria Internacional 2018

Irán

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MSF en Irán en 2018 En 2018, MSF atendió a usuarios de drogas intravenosas, personas que ofrecen servicios sexuales, refugiados, personas sin hogar y otros colectivos vulnerables para los que conseguir asistencia médica es difícil, como la minoría étnica ghorbat.
Irán

La drogadicción es un problema de salud pública en Irán, ya que la cantidad de personas afectadas se ha duplicado en los últimos seis años: son casi tres millones, un 3,5% de la población. Estas personas, al igual que los demás grupos vulnerables mencionados, sufren estigma y exclusión, lo que limita su acceso a la atención médica. En 2018, se añadió la crisis económica, que paralizó el sistema de salud.

Nuestros equipos trabajaron en el sur de Teherán; ofrecieron tratamiento para diversas enfermedades contagiosas a las que están expuestas sobre todo las comunidades marginadas, como las hepatitis B y C, el VIH, la tuberculosis (TB) o la sífilis. Observamos un gran aumento en la cantidad de pacientes con hepatitis C inscritos, un 82% más que en 2017.

También ofrecimos servicios de salud sexual y reproductiva, que incluían ginecología, obstetricia, atención pre y posnatal, atención a víctimas de violencia sexual y asesoramiento y apoyo psicosocial. En la ciudad también abrimos una clínica específica para mujeres.

Además, iniciamos un nuevo programa para los refugiados y la comunidad local de Mashad, cerca de la frontera con Afganistán, donde vive una parte considerable de los dos millones de afganos que hay en Irán. Nuestros equipos ofrecen servicios similares a los del sur de Teherán: mediante clínicas fijas y móviles, atendemos a pacientes con hepatitis C y manejamos un sistema de derivaciones para quienes necesitan tratamiento para el VIH o la TB.

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