Skip to main content
“Living like this is something you breathe”
Memoria Internacional 2018

Territorios Palestinos Ocupados

War in Gaza:: find out how we're responding
Learn more
MSF en Territorios Palestinos Ocupados en 2018 En Gaza, MSF proporcionó atención quirúrgica y posoperatoria especializada a una enorme cantidad de pacientes con heridas complejas debidas a armas de fuego. Además, respondió a las crecientes necesidades de salud mental en Cisjordania.
Territorios Palestinos Ocupados

Durante una gran parte de 2018, el frágil sistema de salud de Gaza se vio desbordado por los heridos que llegaban tras los tiroteos en las protestas y por la inusual gravedad de las lesiones de bala que sufrían. Ampliamos drásticamente nuestras operaciones para atender a estos pacientes, al tiempo que manteníamos nuestra atención a quemados en la Franja y nuestros programas de salud mental en Cisjordania.

Gaza

Según la Organización Mundial de la Salud, entre el 30 de marzo y el 31 de diciembre, 6.239 personas resultaron heridas de bala durante los enfrentamientos con el Ejército israelí en las protestas a lo largo de la valla que separa Gaza de Israel. Casi el 90% de las lesiones afectaban a las piernas y la mitad eran fracturas abiertas, a menudo con daños graves en los huesos. Otras muchas lesiones involucraban pérdida grave de tejido y daños considerables en los nervios y el sistema vascular.

Estas son lesiones complejas y graves que requieren un seguimiento prolongado y cuidadoso. MSF y otras organizaciones médicas hicieron muchas primeras cirugías vitales, pero, en la mayoría de los casos, el Ministerio palestino de Salud fue la primera línea de respuesta, con procedimientos destinados a detener las hemorragias y colocar fijadores externos. Tras el alta, muchos de estos heridos volvieron a ingresar en nuestros programas, para pasar por cirugías adicionales que limpiaran y cerraran las heridas y para las curas y el cambio regular de vendajes. 

En el caso de fracturas abiertas, existe un gran riesgo de infección de los huesos; según nuestra experiencia en otras áreas de conflicto en Oriente Próximo, entre el 25 y el 40% de los pacientes pueden verse afectados. La falta de capacidad de los laboratorios de Gaza implica que no es posible hacer pruebas para detectar infecciones de manera adecuada en la mayoría de los heridos. Y aunque se diagnostique y trate, el proceso de reconstrucción del hueso solo puede comenzar cuando la herida está libre de infección. Y después, estos pacientes seguirán necesitando largos periodos de atención médica y fisioterapia para restablecer el funcionamiento de las extremidades dañadas. 

Admisión de pacientes de traumatologia después de la Marcha Palestina del Retorno
Un joven herido de bala, en su sesión de fisioterapia en Gaza, en mayo de 2018.
Laurie Bonnaud/MSF

Al acabar el año, trabajábamos en cinco clínicas, para atender a pacientes que necesitaban curas, fisioterapia o manejo del dolor. También ampliamos nuestra capacidad quirúrgica y abrimos un servicio de hospitalización en el hospital Al Auda de Jabalia; asimismo, realizamos cirugías plásticas y ortopédicas en los hospitales Al Shifa y Dar al Salam.

También organizamos programas de cirugía de emergencia en otros hospitales y clínicas, para abordar la creciente demanda de atención de heridos, por ejemplo en el hospital Yusef al Najar (de julio a diciembre); en este sentido, destacamos cirujanos vasculares al hospital Al Aqsa entre abril y junio.  

Para el 31 de diciembre, en nuestras clínicas posoperatorias habíamos recibido a más de 8.000 pacientes, entre ellos 3.780 heridos traumáticos. Nuestros equipos hicieron 107.140 curas y cambios de vendaje, realizaron casi 66.000 sesiones de fisioterapia y operaron a más de 1.500 heridos (con un total de 2.320 cirugías). En diciembre, aún hacíamos seguimiento a 900 pacientes con traumatismos. 

A pesar del enorme crecimiento de nuestras actividades, el sistema de salud de Gaza, ya paralizado por más de 10 años de bloqueo, sigue sin poder hacer frente a la gran cantidad de pacientes con heridas complejas. Por lo tanto, es posible que la falta de capacidad en cirugía reconstructiva y la imposibilidad de prevenir y tratar infecciones de los huesos acabe llevando a una oleada de amputaciones.

Además de nuestro trabajo con los pacientes traumáticos, en 2018 ingresamos a 4.475 quemados en nuestras clínicas posoperatorias y a 129 de ellos les realizamos procedimientos quirúrgicos. Las admisiones se mantuvieron estables con respecto a 2017, pero fueron más del doble que en 2015. 

Cisjordania

Seguimos dirigiendo programas de salud mental en Cisjordania, donde la ocupación israelí, la violencia y la inseguridad socioeconómica han tenido graves efectos en la población.

En 2018, volvimos a centrar el apoyo de salud mental en las víctimas de violencia política en Hebrón y reforzamos nuestro compromiso con la comunidad aumentando nuestras actividades externas. Este apoyo se brindó en un contexto de violencia creciente por parte de Israel. Hebrón es uno de los escenarios donde más ataques se producen y la mayoría de nuestros pacientes estuvieron directa o indirectamente expuestos a la violencia: sus viviendas fueron asaltadas por el Ejército israelí o sufrieron la pérdida o arresto de algún ser querido. Como resultado, estos pacientes sufrían ansiedad, depresión y trastornos adaptativos.

En 2018, nuestros equipos de Hebrón ofrecieron psicoterapia, asesoramiento individual y familiar, sesiones de concienciación de la salud mental y apoyo psicoeducativo. Más de 1.400 personas recibieron primeros auxilios psicológicos, 370 se beneficiaron de la psicoterapia o el asesoramiento y 8.800 asistieron a actividades en grupo.

También proporcionamos salud mental a personas con diversos problemas moderados o graves en ciudades y pueblos de las gobernaciones de Nablús y Qalqilia. La principal afección observada es la depresión de moderada a grave (un 40% de los casos), que a menudo puede atribuirse a la ocupación y a las tensiones y la violencia que ocasiona. Sin embargo, en 2018, nuestros equipos recibieron una creciente cantidad de casos de familias desestructuradas y de violencia intrafamiliar, lo que también tienen un efecto importante en la salud mental. 

En el transcurso del año, llevamos a cabo un total de 2.520 sesiones de psicoterapia en Nablús y Qalqilia, y registramos a 284 pacientes nuevos; el 40% de nuestros pacientes eran menores de 18 años.

Siguiente
Médicos sin fronteras