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Memoria Internacional 2022

Reajuste del enfoque: nuestra responsabilidad con las personas que fotografiamos

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En 2022, en colaboración con una importante agencia de fotografía, Médicos Sin Fronteras (MSF) publicamos imágenes de una joven de 16 años que había sido víctima de una violación en la República Democrática del Congo. Tras las críticas generalizadas, tanto dentro como fuera de MSF, eliminamos las imágenes de todas nuestras plataformas. La controversia provocó una conversación más amplia sobre la protección y la representación visual de las personas a las que atendemos y la circulación de esas imágenes con fines editoriales, de recaudación de fondos o comerciales.

Dar testimonio de la difícil situación de las comunidades a las que damos apoyo es fundamental para cumplir con la misión y la identidad de nuestra organización y, a lo largo de los años, las historias visuales, los encargos y las colaboraciones con los medios de comunicación y las agencias de fotografía han desempeñado un papel clave para ayudarnos a lograrlo. A lo largo del camino, MSF hemos contribuido a configurar normas y establecer estándares en el campo de la fotografía humanitaria. Hoy, debemos cuestionar esas normas y estándares.

La fotografía es una forma poderosa de informar, provocar y crear un sentido de empatía. Sin embargo, como organización médica, nuestro deber principal ha de ser proteger la privacidad y la dignidad de los pacientes que atendemos. No se puede dejar de lado el principio médico de “no hacer daño” cuando se representa a las personas en sus momentos más vulnerables con el propósito de sensibilizar y recaudar fondos. Debemos reconocer que no siempre hemos estado a la altura de este principio. ¿Cómo se generalizaron las imágenes de cuerpos que sufren y hasta qué punto MSF hemos contribuido a normalizar el dolor de los demás? ¿Olvidamos preguntarnos cómo me sentiría si la persona de esa fotografía fuera mi hijo, mi padre, mi hermana?

Esta muestra excesiva de sufrimiento es injustificable e innecesaria. Como ONG global, y como personas, debemos reflexionar sobre cómo nuestra visión del mundo y nuestras elecciones están influidas por la dinámica histórica del poder y hasta qué punto han creado sesgos profundamente arraigados. MSF hemos recibido quejas sobre imágenes de nuestros pacientes en sitios web de agencias de noticias y de fotografía, imágenes de las que no tenemos derechos de autor. Cuando se toman fotos de nuestros pacientes en una visita de medios de comunicación y se publican en la plataforma de una agencia de noticias, tanto MSF como la agencia pierden inmediatamente el control sobre su circulación y uso. Por lo tanto, debemos reconocer que, al priorizar una alta visibilidad pública, en un contexto de creciente comercialización del sector de las noticias, hemos contribuido a la sobreexposición de las personas a las que atendemos y hemos facilitado la amplia difusión de imágenes sensibles, indiscretas y, a veces, perturbadoras.

Aunque MSF no nos beneficiamos de esas imágenes, sí lo hacen las agencias de noticias y de fotografía, ya que muchas de esas fotos están disponibles para la compra en sus páginas web. También se pueden encontrar en las redes sociales y en libros y publicaciones internas. En la era digital, las imágenes pueden permanecer en línea durante décadas. ¿Era necesario tomar todas estas fotografías? No. ¿Podríamos haberlas utilizado y difundido de otra manera? Sí.

En 2022, los responsables de comunicación del movimiento de MSF reconocieron nuestras deficiencias y se comprometieron a mejorar. El Dr. Christos Christou, presidente internacional de MSF, reconoció que se habían cometido errores y reafirmó que “la responsabilidad final de MSF es proteger la salud y el bienestar de las personas a las que queremos ayudar”.

Caminos para el cambio  

Nuestro esfuerzo por implementar cambios en la representación visual se suma a nuestro compromiso de producir contenido más inclusivo, respetuoso y preciso en las comunicaciones y acciones para recaudar fondos, de acuerdo con las nuevas directrices publicadas en 2021. Se están tomando medidas concretas en distintos niveles de la organización, como parte de un período de autoanálisis crítico que ayudará a redefinir la forma en la que producimos historias.

En 2021, lanzamos un proyecto para investigar las miles de imágenes de nuestro archivo. Comenzamos por revisar las fotografías de acuerdo con varios criterios éticos, incluidos los estereotipos, la falta de dignidad, el contenido perturbador u ofensivo, la protección de menores, el riesgo de seguridad, las prácticas médicas y la desnudez. A finales de 2022, este proceso nos había ayudado a identificar 10.000 imágenes potencialmente problemáticas. Las imágenes más sensibles ahora están ocultas en la base de datos para la mayoría de los usuarios, y las restantes tienen una advertencia específica en la leyenda.

En 2023, un panel de asesores internos y externos perfeccionará este trabajo preliminar. El panel está formado por expertos en fotografía y protección infantil, curadores, académicos, especialistas en ética, activistas de pacientes y trabajadores médicos de primera línea. El panel revisará un conjunto de estas imágenes problemáticas y hará recomendaciones, que aplicaremos a toda la base de datos multimedia y utilizaremos como guía fundamental para determinar la forma en la que recopilaremos, almacenaremos y utilizaremos las imágenes en el futuro.

En relación con las imágenes alojadas fuera de nuestra propia base de datos de medios, tuvimos una primera reunión con agencias de noticias y de fotografía para entender sus normas éticas y su gestión de contenido. Según los hallazgos iniciales, existe poco control editorial y una alta automatización de la publicación de contenido. Como resultado, estamos tomando medidas para modificar nuestras colaboraciones con estas agencias y les solicitamos que eliminaran o restringieran la distribución de ciertas imágenes confidenciales. También estamos revisando nuestro contrato estándar con fotógrafos externos, en especial las cláusulas relacionadas con la reventa a medios externos de imágenes tomadas durante sus encargos.

Estos son temas complejos que involucran a todos los que trabajan con nosotros. Un cambio cultural real requerirá que se tome responsabilidad en todos los niveles de la organización. Por lo tanto, colaboramos con una gran variedad de personas de MSF, mediante encuestas y talleres, para que puedan contribuir a definir la forma en la que trabajamos con las imágenes y también compartir sus desafíos, opiniones y experiencias.

La noción de consentimiento informado y agencia serán puntos principales en estas consideraciones. El proceso implicará escuchar al personal comunitario para entender mejor las necesidades de los pacientes representados, incluido su deseo, a veces fuerte, de hablar sobre la situación que viven. Estas conversaciones ayudarán a determinar si se debe tomar una foto, cómo se puede utilizar y durante cuánto tiempo.

Los resultados de estas consultas internas y externas se analizarán en 2023 y servirán de base para tomar decisiones claras sobre cómo producimos, almacenamos, encargamos y difundimos imágenes. Inevitablemente, habrá conversaciones difíciles y desacuerdos. Sin embargo, existe un consenso sobre el hecho de que la dignidad y la integridad de nuestros pacientes deben ser más importantes que cualquier otra consideración, incluso si eso supone tomar y compartir fotografías con menos frecuencia.

Le debemos este cambio colectivo a las personas que atendemos.

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