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Hepatitis C: nuestra lucha por propagar la cura

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El virus de la hepatitis C (VHC) mata a 400.000 personas cada año. Los nuevos medicamentos pueden curar la enfermedad en tan solo 12 semanas, pero millones de personas siguen sin recibirlos.

En la actualidad, alrededor de 70 millones de personas viven con infección crónica por el VHC en todo el mundo. Sin tratamiento, esta enfermedad de transmisión sanguínea puede provocar insuficiencia hepática, cáncer de hígado y la muerte. La progresión del VHC puede tardar años y con frecuencia este largo periodo se vive con miedo a lo que está por llegar.

Din Savorn tiene 50 años, es padre de tres hijos y vive en Phnom Penh, la capital de Camboya. Le diagnosticaron la enfermedad en 1999. En los últimos años había oído hablar de los nuevos tratamientos que la curan, pero ya había perdido la esperanza. “Quería que me tratasen, pero no podía pagarlo”, recuerda. “Hubiera tenido que vender mi casa y entonces mis hijos no habrían tenido dónde vivir. Así que me limité a esperar”.

A principios de 2017, Din comenzó a recibir tratamiento en una clínica de Médicos Sin Fronteras en Phnom Penh, la única de Camboya que ofrece tratamiento gratuito contra el VHC. En mayo recibió la noticia que llevaba casi 20 años esperando: el tratamiento había sido un éxito, estaba curado.

El tratamiento de Din se basó en los medicamentos más modernos que existen, el sofosbuvir y el daclatasvir. En comparación con los fármacos anteriores, estos antivirales de acción directa (AAD) se presentan en comprimidos, resultan más fáciles de tomar y tienen muchos menos efectos secundarios. También son muy eficaces: la tasa de curación es del 95%. Los equipos de MSF están demostrando que la simplificación del diagnóstico y el tratamiento del VHC pueden proporcionar el impulso que los pacientes necesitan para completar el tratamiento con éxito. Sin embargo, MSF solo consigue llegar a una fracción de las personas que lo necesitan. Menos del 5% de los enfermos que podrían beneficiarse de los AAD en todo el mundo los ha recibido. Estos fármacos presentan una limitación importante: su precio.

Video

Historias sobre la hepatitis C en Camboya / Din Savorn

En 2016, MSF abrió una clínica para pacientes con hepatitis C en el hospital Preah Kossamak de Phnom Penh.
MSF

Aunque el coste de fabricación estimado para un tratamiento de 12 semanas de sofosbuvir y daclatasvir es inferior a 100 dólares, las farmacéuticas Gilead y Bristol-Meyers Squibb los vendían por 147.000 dólares por tratamiento cuando los lanzaron en Estados Unidos. Pese a la ola de indignación, los precios desorbitados siguen representando una barrera mortal tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.

Desde la aparición de los primeros AAD, MSF ha trabajado para subsanar la brecha en el tratamiento del VHC, mediante estrategias destinadas a facilitar la disponibilidad de versiones genéricas, asequibles y de calidad garantizada. En 2017, se logró un importante hito: desde MSF, las centrales de suministro y la Campaña de Acceso a medicamentos vitales negociaron con éxito con los fabricantes de genéricos la compra de AAD por 120 dólares (unos 100 euros) por tratamiento para prácticamente todos los proyectos de la organización. Esto permitirá a nuestros equipos tratar a más personas.

MSF hizo público el acuerdo logrado, en aras de la transparencia y para que los Gobiernos que lo deseen tengan más poder para negociar mejores precios. Sin embargo, la implementación de los nuevos tratamientos sigue siendo lenta en la mayoría de los países. Las perspectivas son incluso más preocupantes en los países de renta media y alta, donde los monopolios de patentes bloquean la producción e importación de los AAD genéricos; estas protecciones van a permitir que las compañías farmacéuticas mantengan sus altos precios durante 20 años o más.

Las patentes se otorgan de acuerdo con los criterios técnicos definidos en las legislaciones nacionales. Las tecnologías que no cumplen estos criterios no deberían recibir protección, incluso aunque ofrezcan un beneficio médico significativo para los pacientes. Cuando las patentes inmerecidas se interponen en el camino de los medicamentos asequibles, MSF las desafía, bien dando apoyo bien emprendiendo directamente acciones legales contra el registro de tal patente.

MSF presentó dos demandas de este tipo contra patentes de tratamientos del VHC en 2017, que actualmente se encuentran en fase de revisión. La primera se opone a una solicitud de patente en China que impediría a los fabricantes de genéricos producir y exportar un tratamiento que combina dos AAD cruciales. La segunda, presentada junto a una amplia coalición de defensores de la salud en la Unión Europea, se enfrenta a una patente que podría impedir que 38 países europeos produzcan o importen sofosbuvir genérico.

Al fin disponemos de las herramientas que necesitamos para curar y prevenir la transmisión del VHC y prácticamente todos los Gobiernos se han comprometido a erradicar esta enfermedad, esta amenaza para la salud pública, para el año 2030. El cumplimiento de este compromiso requiere una acción audaz y decisiva para ampliar rápidamente la disponibilidad de las pruebas de detección y del tratamiento del VHC.   

En 2017, MSF trató con AAD a 5.926 personas con hepatitis C en 13 países. La Campaña de Acceso nació en 1999 para impulsar el desarrollo y disponibilidad de medicamentos vitales, pruebas de diagnóstico y vacunas no solo para los pacientes atendidos por MSF, sino para todos los que los necesiten en todo el mundo.

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